“Se entiende como toxicidad financiera el impacto adverso del diagnóstico de cáncer en el bienestar financiero del paciente resultante de los costos directos e indirectos. Su importancia radica en el impacto directo en la calidad de vida y en los resultados oncológicos que se han evidenciado y su manejo requiere intervenciones a múltiples niveles, coordinando esfuerzos a nivel del propio paciente y centro tratante hasta implicancias en políticas públicas o de mercado”, explicó esta mañana el Dr. Javier Quilodrán Peredo, residente de Oncología Médica – INC / UDD / CAS, en la reunión clínica que tuvo que liderar bajo el título “Toxicidad Financiera”.
Adicionalmente destacó que “hay distintos niveles y se convierte en conversación necesaria con nuestros pacientes”.
Por lo tanto, como conclusión es posible decir que es importante:
- Conversar el tema de la carga financiera con paciente.
- Frente a varias opciones terapéuticas considerar tanto los costos como los efectos adversos.
- Utilizar las recomendaciones de las sociedades para evitar intervenciones de escaso valor.
- Considerar si la intervención proporcionará una mejoría clínicamente significativa.
- Implementar estándares y protocolos institucionales consensuados.
- Invertir en servicios de soporte oncológico e implementar alertas de consulta en cuidados paliativos tempranos.
- Incorporar la toxicidad financiera en la formación.
En el INC hay un equipo que trabaja en esta temática integrado por la Dra. Bettina Müller y que hemos presentado en actividades para recibir orientaciones y opiniones”.
Para ver detalle completo de la presentación revisar link: https://drive.google.com/file/d/1LnvPVEgyWg2L7ggwcOrE2gLDIRcDlWUi/view?usp=sharing