El Parkinson es un grupo de enfermedades neurodegenerativas y progresivas que afectan principalmente a hombres, adultos mayores, aunque también pueden presentarse de forma menos frecuente, en menores de 40 años.
La enfermedad se origina por la pérdida de un tipo de neuronas que mueren por una combinación de factores genéticos y ambientales. Si bien, la mayoría de los casos no se presenta por causa genética, existen ciertos genes que se consideran factores de riesgo.
La médico geriatra, del Instituto Nacional del Cáncer, Magdalena Brahm, explica que poseer un familiar cercano con Parkinson aumenta el riesgo de padecerla entre un 3 y 5%, lo que es muchísimo más bajo si se compara con otras enfermedades que también poseen asociación familiar.
Síntomas a los que se puede poner atención:
- Temblor en cualquier parte del cuerpo
- Rigidez
- Inestabilidad postural o caídas
- Sueños vívidos
- Pérdida de olfato
“En caso de presentar alguna sospecha de Parkinson”, agrega la especialista, “se debe acudir al consultorio, a un médico general, quien, en caso de sospecha, derivará a un neurólogo o geriatra. La idea es realizar una evaluación completa, solicitud de exámenes y descartar causas secundarias. Es importante recordar que la Enfermedad de Parkinson, corresponde a una patología GES”, indica la profesional.
Tratamiento y calidad de vida
La dra. Magdalena Brahm explica que la enfermedad afecta a 2 personas por cada 1.000 habitantes. En Chile, se estima una población de entre 30 a 35 mil afectados. En cifras de otros países cerca del 2% de las personas, mayores de 65 años, está afectado.
Si bien la enfermedad no tiene cura, si existe tratamiento y debe iniciarse tan pronto como se diagnostique la enfermedad.
¿Cómo es el tratamiento de personas con Párkinson?
Se requiere de un abordaje terapéutico multidisciplinar que incluye tratamiento farmacológico, terapias rehabilitadoras y tratamiento quirúrgico.
El preservar la funcionalidad, evaluar los riesgos de ciertos fármacos e interacciones con la terapia de los pacientes con enfermedad de Parkinson es clave.
Adicionalmente, el mantenimiento del tono muscular y de las funciones motoras será esencial.
¿Puede mejorar la calidad de vida de un paciente con Parkinson?
Sí muchísimo, las intervenciones precoces e integrales (farmacológicas y no farmacológicas) son fundamentales.
También existen estudios que demuestran que la derivación precoz a cuidados paliativos mejora la calidad de vida y control de síntomas no motores.
¿Qué cambios debe realizar la familia?
Cuando un miembro de la familia es diagnosticado las vidas de todos empiezan un proceso de adaptación. Por eso es clave preocuparse de la salud de los cuidadores, porque ellos son indispensables en el éxito del tratamiento.
El autocuidado, dedicarse tiempo de calidad en familia, comunicarse los problemas y buscar apoyo en redes extrahospitalarias, es fundamental.