Colaborar en el trabajo que realiza el Incáncer por mejorar la calidad de vida de los pacientes, es el principal desafío de Magdalena Brahm, médico geriatra que se integró recientemente al equipo.
La profesional trabajó entre los años 2013 y 2016 en el Hospital Comunitario de Til Til, como médico general y luego realizó la especialización en la Universidad Católica finalizando el año 2022.
La Doctora ingresó oficialmente al Incáncer el 1 de Marzo y cuenta con 33 horas de Lunes a Jueves. Trabaja desde la Unidad de Medicina de la mano con la Unidad de Rehabilitación y es la primera geriatra del Incáncer.
¿Cómo se involucra la geriatría en el tratamiento del cáncer?
En el Instituto tienen muy presente que el envejecimiento es factor de riesgo para el cáncer, por lo tanto identificaron a la geriatría como una especialidad complementaria en la atención de los pacientes.
El objetivo de la directora, Dra. Berta Cerda, es hacer una evaluación onco – geriatra y con ello establecer el mejor tratamiento. Que un paciente mejore su salud y pueda ver a una nieta casarse, es mi objetivo para con ellos.
En relación a especialidad, la geriatría es un trabajo biopsicosocial e integral. Siempre se trabaja en conjunto con más unidades. En el Instituto hago policlínicos, participo en los comités y hago atención cerrada en hospitalización, lo que mayormente veo es: Parkinson, demencia, delirium y síndromes de caídas.
¿Cómo han sido los primeros días en el Incáncer?
La experiencia en el Instituto ha sido muy buena, acá es muy familiar y todos siempre están dispuestos a ayudar, se ven muchas buenas caras de quienes trabajan.
Me he sentido acogida y valorada, todos me dicen “te estábamos esperando, me piden opinión y me derivan a los pacientes”.
Me gusta mucho la oncología y siempre me llamó la atención. Espero que vengan más geriatras porque es muy importante abordar la atención de las personas mayores de una forma integral, creo que es importante crear además más cultura hacia las personas mayores.