El Instituto Nacional del Cáncer – a partir del monitoreo a las áreas asociadas al programa Hospital Amigo en enero del presente año y que corresponde al segundo corte del año 2018 – destacó por la calidad de sus protocolos, “siendo ejemplo para otros establecimientos de la red que realizaron la actualización de dichos documentos, además de incluir las instrucciones de las circulares 21 y 34 sobre la atención de personas trans”, según informó el Director del Servicio de Salud Metropolitano Norte.

En la comunicación oficial, el Director (S) Dr. Ricardo Pinto felicita y destaca el trabajo realizado: “el desarrollo del Programa Hospital Amigo es un trabajo de todos los funcionarios y la referente ha sabido comprometer al personal reflejándose en los buenos resultados de las medidas evaluadas”, señala la autoridad manteniendo de esta manera la certificación para el periodo enero – junio 2019.

Puertas adentro

La EU Alejandra Ojeda González, coordinadora de Gestión del Cuidado del INC y referente del programa Hospital Amigo, explica en profundidad lo que significa que seamos un “Hospital Amigo”.

“El Instituto Nacional del Cáncer siempre ha sido un hospital especial en cuanto a la relación cercana entre el personal de salud y los pacientes y sus familias. Todo debe estar orientado hacia una atención de salud más amable, cercana, personalizada y participativa, ese es el sello del Instituto Nacional del Cáncer”, sostiene la especialista..

Informa que nuestro establecimiento se adhirió a esta estrategia el año 2006.

¿Qué implica lograr esta certificación?

“Implica el trato humanizado en la acogida a los pacientes de cáncer, ya que no sólo se afecta el individuo sino su familia y a la comunidad a la cual pertenece. La acogida en el establecimiento debe ser con un trato amable, lenguaje claro y ameno, que favorezca la adhesión al tratamiento que muchas veces es tan complejo como la enfermedad y que provoca la soledad emocional y social. Es como vivir una especie duelo por perder su salud entre otras cosas.

Muchos de los que trabajamos en el INC hemos vivido el cáncer como hijos, hermanos, amigos, o pacientes. Todo se ve tan complejo y cuesta arriba que una cara amable y una sonrisa en la ventanilla viene a ser un bálsamo para quien está sufriendo no sólo en lo emocional sino además en lo económico”.

¿Cómo se puede contribuir a mantener esta certificación?

“Como funcionarios debemos conocer las siete medidas que aplican a nuestro establecimiento, y que es una información que desearíamos se nos explique cuando nos toca ser familiares o pacientes:

1.- Horarios de visitas flexibles para venir a ver a mi paciente. En los tiempos actuales casi todos trabajamos y nos “arrancamos” en determinados horarios deseando alcanzar a llegar y que nos dejen pasar un ratito.

2.- Tener posibilidad de poder conversar con el médico para saber de mi paciente, ya que en casa todos esperan a que uno llegue con información para saber qué plan de tratamiento tendrá mi familiar.

3.- Poder tener la posibilidad de quedarme con mi familiar en la noche. Cuando se trata de un paciente en proceso de fin de vida o cuando está confuso o cuando tiene capacidades diferentes.

4.- Poder tener la posibilidad de llegar a darle la comida a mi familiar, conversarle cosas de la casa, de sus mascotas y peinarlo, etc.

5.- Tener tranquilidad de que en el servicio todos conocen el nombre de mi paciente, que lo llamen por este, que tengan anotado su número de ficha y equipo tratante para que no haya confusiones.

6.- Poder recibir las indicaciones de alta de mi paciente comprendiéndolas tanto las médicas como las de enfermería, hacer consultas para no equivocarme en los tratamientos y cuidados que debo continuar entregando en casa, y lo más importante donde puedo acudir, a quien puedo llamar si mi familiar se siente mal.

7.- Saber el nombre de quién está atendiendo a mi paciente, a través de su credencial institucional”.

¿Qué opina de esta certificación como referente de INC?

“Que todos debemos estar orgullosos de ser trabajadores del Instituto Nacional del Cáncer, un lugar que se caracteriza por ser especialistas en cáncer. Estar orgullosos porque atendemos a los pacientes y sus familias lo mejor posible con un lenguaje simple, con pertinencia cultural y con enfoque de género, que nuestra acogida permita que el paciente quiera venir a su tratamiento y al hospital a sus terapias, que lo veamos en los pasillos en buenas condiciones cuando vienen a control, y quieran pasar a saludar a quienes lo atendieron, que nos cuenten que disfruta de la vida gracias a nuestros cuidados o simplemente vengan a darnos las gracias por habérnosla jugado por su paciente”.