“El concepto de salud no lo encontramos en el repertorio conceptual mapuche, porque la salud está integrada a todos los fenómenos de la vida misma”, expresó Irma Catrilaf González, enfermera especialista en oncología del Hospital Base de Valdivia y miembro de la comunidad mapuche Pitrunco.

La anterior frase mencionada dio inicio a nuestra primera reunión clínica de noviembre donde se concientizo sobre la medicina que adquirimos desde la naturaleza, ayudar a sentirnos mejor. Claro, en el área oncológica, se complementa con medicina tradicional o científica, pero ambas sirven de manera integrativa paliativa del paciente.

La exponente mencionó y detalló los tipos de plantas existentes y su uso medicinal para ponerlo en práctica y mejorar nuestra calidad de vida, ya sea como prevención o uso diario.

Algunos ejemplos medicinales mencionados fueron:

  • Náuseas: menta poleo (Mentha pulegium).
  • Estreñimiento: achicoria amarga (cichorium intybus).
  • Diarrea: Maqui (aristotelia chilensis).
  • Alteraciones en la piel: Matico/pañil (buddleja globosa).

Se habla también de la inclusión intercultural en nuestro país, pero, ¿qué tanto lo concretamos?

Esta pregunta también fue cuestionada por Irma, quien, prestando sus servicios a comunidades mapuches rurales, notaba todas las “grietas” que aún quedaban por reparar, entre ellas tecnicismo clínico, escasa formación y dedicación de parte de los profesionales de la atención y el analfabetismo local.

La idea de la profesional, además de mostrarnos el poco conocimiento que manejamos acerca de nuestra cultura ancestral, es permitir el desarrollo pleno de la comunicación que debe existir entre el paciente y el área clínica para otorgar de manera integral una atención de calidad.