“No da lo mismo auto aplicarse un determinado producto para eliminar un lunar en la comodidad de la casa como promocionan algunos productos en los medios de comunicación”, advierten los especialistas del comité de piel del INC Esto está completamente contraindicado y es peligroso puesto que al hacerlo esa persona puede estar aplicándolo sobre un cáncer de piel y así se perderá la posibilidad de optar a un tratamiento curativo, y la enfermedad reaparecerá en el mismo lugar, en los linfonodos o a distancia (diseminado), con lo que el pronóstico y la posibilidad de recibir un tratamiento efectivo caen importantemente”, dijo el presidente del comité de piel de INC, Dr. Luis Pizarro.

A su vez el Dr. Marcelo Veloso, past president de la Sociedad Chilena de Cirugía de Cabeza y Cuello, quien junto a otros especialistas del INC participaron en la elaboración de las guías clínicas ministeriales para el tratamiento del melanoma, y actualmente es miembro de la comisión de cáncer del Ministerio de Salud, destacó que “hoy se promocionan y venden productos en las farmacias que invitan a aplicárselo en casa para que desaparezca ese lunar molesto, el que perfectamente puede ser un melanoma, uno de los cánceres más agresivos que hay”.

“¿Quién determina que ese lunar no es un cáncer?, ¿qué pasa si es un cáncer?, son preguntas que se hacen desde el comité de piel del INC, pues toda lesión cutánea extirpada debe tener un análisis a través de una biopsia para determinar si es benigno o maligno. Además, la aplicación de cualquier tratamiento local (tópico) cutáneo puede tener eventos adversos como quemaduras, irritación, cicatrices enfermas (queloide)”, agrego la Dra. Ingrid Plass.

Agregó que lo más importante es que esta conducta pueda retrasar el tratamiento potencialmente curativo al diagnosticar precozmente una lesión cancerosa.

“No podemos dar pie a que diagnósticos que se atrasaron por la pandemia ahora se agregue el hecho de la aplicación de estos productos. Las personas deben saber que si tienen ´un lunar molesto´ solo por ese hecho deberían consultar a un especialista para descartar que sea un cáncer de piel y el determinar su tipo de tratamiento”, destacó la cirujana Ingrid Plass.

El ABCDE

El cáncer de piel es cada vez más frecuente sobre todo en población joven y el factor de riesgo principal es la exposición solar; de ahí que todas las medidas de prevención y no solamente en temporada de verano sean de suma importancia.

Para identificar los lunares se aplica el ABCDE:

  • A: Asimetría, quiere decir que la mitad del lunar es diferente a la otra.
  • B: Bordes irregulares.
  • C: Cambios de coloración dentro del lunar.
  • D: Diámetro, mayores de 6 milímetros.
  • E: Evolución, que va cambiando de aspecto o tamaño en el tiempo y que provoca dolor o picazón.

A lo que se puede agregar que un lunar que sea diferente al resto de los que tenga la persona.

El Dr. Pablo Vargas dermatólogo del comité de piel del INC hace un llamado a la población para prevenir problemáticas que están asociadas a al cáncer de piel, a través de una serie de medidas básicas de autocuidado:

 1) No exponerse: Evitar exponerse al sol entre las 11.00 y las 17.00 horas sin protección. Entre más daño le haga el sol a su piel, mayor es la probabilidad de tener este cáncer y el efecto es acumulativo en toda época.

2) Ropa: Entre las medidas de autoprotección la más básica es usar la ropa adecuada y tratar de cubrir zonas como brazos o cuello, aunque no todas las telas ayudan igual. Las mejores son los algodones de tramado grueso, las que no dejan ver o pasar la luz o aquellas especiales para bloquear los rayos ultravioletas y que comúnmente utilizan los deportistas.

3) Colores: El color de la ropa también puede marcar una gran diferencia. Los oscuros -que tradicionalmente uno descarta en los días de mayor sol precisamente porque dan más calor- son los que más protegen No sólo el color negro, también los azules o cafés por sobre los tonos claros o los blancos. Sin embargo, si la ropa se moja pierde su capacidad protectora.

4) Uso del sombrero: Al concentrarse la exposición al sol en el área superior del cuerpo, ahí es donde se presentan con mayor frecuencia los cánceres: cara, orejas, cuello, hombros o escote (en las mujeres). Especialmente sensibles son quienes tienen expuesto el cuero cabelludo. Ejemplo, los calvos tienen mayor incidencia de cáncer de piel porque siempre tienen la piel expuesta. Para ellos el sombrero no es opcional: Siempre deberían usarlo y este debe ser de ala ancha, que cubra orejas y nuca.

5) Uso de filtro o protección UVA y UVB: Escoger filtro y anteojos de sol de amplio espectro, es decir, que protejan contra la radiación UVA y UVB ya que ambas provocan daño acumulativo. La primera, se vincula más al cáncer, pero la segunda está directamente ligada al envejecimiento prematuro de la piel y al daño superficial.

6) Grado de filtro solar: Los «bloqueadores» en la práctica ya no existen, porque nada es 100% efectivo. Todos los tópicos (cremas, bronceadores, aceites o spray) tienen cierto grado de filtro. La recomendación es usar 30 FPS, en el caso de una persona adulta, ya que le da una protección a la piel de 97%. En 2009 el Instituto de Salud Pública modificó la normativa nacional y estableció que los filtros sobre 50 FPS, indicado especialmente para proteger a los niños, serían caratulados «50+», porque de ese nivel hacia arriba la diferencia en protección es marginal.

7) Cantidad de filtro: La idea es que el producto cubra los suficientemente bien todas las partes que están expuestas. Si una persona utiliza muy poca cantidad, es como si se estuviera aplicando un filtro factor 5, es decir con una nula protección. El filtro se aplica 30 minutos antes de exponerse al sol y se repite la acción cada dos horas. Otra importante recomendación, es no utilizar un producto que haya quedado del año anterior, porque al estar sometidos a altas temperaturas, pierden efectividad incluso estando cerrados.

8) Anteojos: Deben filtrar tanto rayos UVA como UVB. La sobreexposición al sol puede causar daños tanto en la cámara anterior y posterior del ojo, como en la retina.

9) Bronceado: El veredicto de los expertos es claro: El bronceado es siempre un daño a la piel. La exposición para broncearse no es buena, sobre todo en las personas de pieles más claras. Tampoco lo es el uso de solárium, que en el fondo es someterse a más radiación UV de manera artificial. Hay que evitarlos.

10) Maquillaje: Aunque en el mercado existen maquillajes que contienen filtro solar, la recomendación a las mujeres es siempre combinarlos con un filtro de 30 FPS o más. Tras maquillarse como hacen habitualmente, deben aplicarse al finalizar una capa de filtro protector en el rostro.

11) Medicamentos: Hay medicamentos que aumentan la sensibilidad de la piel cuando se exponen al sol. Por ejemplo, los más comunes son los diuréticos, los antidiabéticos y algunos antibióticos derivados de la tetraciclina. En este último caso es porque dicho componente produce una molécula que reacciona con el sol, aumentando el daño de la luz ultravioleta en las células de la piel.