Esta fecha se instauró para crear conciencia sobre la enfermedad oncológica y desde worldcancerday.org/ han definido que el hashtag #closethecaregap será el lema para los próximos tres años en materia de comunicación, con el objetivo de cerrar la brecha de equidad en los cuidados que afecta a casi todo el mundo, y que cuesta vidas a diario tanto en países de ingresos altos como en países de ingresos bajos y medianos.

La mitad de la población mundial carece de acceso al abanico completo de servicios de salud esenciales, lo que en materia de cáncer, pese a los múltiples avances de la ciencia, se traduce en personas que no alcanzan a recibir el soporte mínimo para el manejo de su enfermedad.

Las personas que buscan atención oncológica encuentran barreras a cada paso: los ingresos, la educación, la ubicación geográfica y la discriminación basada en el origen étnico, la raza, el género, la orientación sexual, la edad, la discapacidad y el estilo de vida, son solo algunos de los factores que pueden afectar negativamente la atención. Los grupos más desfavorecidos también tienen más probabilidades de tener una mayor exposición a una serie de otros factores de riesgo como el tabaco, una dieta poco saludable o peligros ambientales.

La brecha afecta a todos y es más pronunciada en los países de ingresos bajos y medianos, y en los grupos más vulnerables de países con altos ingresos, evidenciando la inequidad existente.

Debemos romper la determinación social que acompaña estas inequidades en salud, y que dónde nacemos y vivimos no determine nuestra expectativa de vida. Estas diferencias son injustas y evitables por tanto nos sumamos al esfuerzo por cambiar esta realidad, que se impulsa a nivel mundial.

-Para las mujeres blancas en los EE. UU. la tasa de supervivencia a cinco años para el cáncer de cuello uterino es del 71%. Para las mujeres negras, la tasa es solo del 58%.

-En Nueva Zelanda, los maoríes tienen el doble de probabilidades de morir de cáncer que los no maoríes.

-Las tasas de supervivencia al cáncer infantil son superiores al 80% en los países de ingresos altos, pero tan bajas como el 20% en los países de ingresos bajos.

-Más del 90% de la mortalidad por cáncer de cuello uterino se produce en países de ingresos bajos y medianos.

-En las poblaciones de refugiados es más probable que el cáncer se diagnostique en una etapa avanzada, lo que conduce a peores resultados.

Debido en parte a la discriminación la detección del cáncer entre las personas transgénero es menor que en el resto de la población.

Existen diferencias notables en los resultados relacionados con el cáncer para los pacientes rurales y no rurales, incluso en entornos de altos ingresos como los EE. UU.

El riesgo de desarrollar cáncer, aumenta significativamente a medida que aumenta la edad. Es así como, al menos el 40% de los nuevos casos de cáncer en el mundo, se diagnostican en personas mayores de 65 años. Debido al envejecimiento poblacional, se espera que este porcentaje vaya en aumento, en primer lugar, en los países con ingresos más altos y luego en los países con ingresos medios o bajos

¿Qué entendemos por “inequidad”?

Para intervenir y subsanar las desigualdades, surge el concepto de equidad en salud, que se define como “la ausencia de diferencias injustas y evitables o remediables en salud entre grupos o poblaciones definidos socialmente, económicamente, demográficamente o geográficamente” Hay diferencias marcadas en acceso, financiamiento y/o la distribución equitativa de servicios de calidad, según las necesidades sanitarias de grupos específicos.

La equidad en salud es un valor ligado a los derechos humanos y la justicia social.

Chile es el país más inequitativo de la OCDE en cuanto a distribución económica, con un índice de Gini de 0,4517. A pesar del desarrollo económico del país, las brechas entre la población de mayores ingresos y la de menores ingresos, siguen siendo las más altas de los 34 países de la Organización.

En salud, la desigualdad se refiere a la distribución desigual de los recursos. Por el contrario, la inequidad significa diferencias injustas y evitables en la atención o los resultados.

La diferencia puede parecer sutil, pero cerrar la brecha en la atención del cáncer no se trata simplemente de proporcionar a todos los mismos recursos. Una talla no sirve para todos y cada desafío exige una solución diferente. La equidad consiste en darles a todos lo que necesitan para llevarlos al mismo nivel.

Donde hay progreso, hay esperanza. Cuando las personas se unen, cuando las comunidades se unen en torno a los vulnerables y cuando las personas innovan y colaboran a través de las fronteras, el cambio está al alcance.

A continuación, se muestran algunos ejemplos que ofrecen esperanza:

-En Nigeria, el Centro de Atención y Apoyo al Cáncer de Sebeccly ayudó a los pacientes a navegar y acceder a un diagnóstico y tratamiento temprano del cáncer con el lanzamiento de la herramienta digital Oncopadi.

-En Canadá, varias organizaciones colaboraron en todos los sectores en una serie de medidas destinadas a cerrar la brecha en la atención médica para las poblaciones indígenas.

-En todo el mundo, los gobiernos recaudaron USD 8.817 mil millones en 2021 para Gavi, una asociación de salud global, para proporcionar a 84 millones de niñas en regiones de bajos recursos vacunas contra el VPH para protegerlas del cáncer de cuello uterino.

-En Chile se considera al Cáncer como un problema sociosanitario relevante, por lo que desde el 2018 se elabora un Plan nacional de cáncer que se revisa periódicamente y se ha aprobado recientemente una Ley Nacional de Cáncer que de una normativa y destine recursos para el manejo integral de la enfermedad.

La Directora de INC, Dra. Berta Cerda, sumándose al llamado internacional, plantea que en Chile podemos contribuir a reducir las inequidad al:

-Educar a la población sobre las medidas preventivas del cáncer y la importancia del diagnóstico oportuno.

-Capacitar permanentemente a los profesionales de la salud con habilidades y conocimientos, incluso sobre cómo la inequidad influye en la atención del cáncer.

-Fortalecer la atención primaria de salud en las comunidades y su trabajo articulado con la red de atención especializada para asegurar oportunidad y continuidad de cuidados a las personas con cáncer.

-Fortalecer la red pública de salud y la red nacional de cáncer, para permitir brindar con equidad y al mismo estándar de calidad, atención a pacientes con cáncer y sus familias, independiente del nivel de ingreso y de dónde viven y se desarrollan.

-Fortalecer la investigación en cáncer, tanto en sus factores causales como en relación a la carga de enfermedad e impacto social que la enfermedad genera, permitiendo con ello mejorar las políticas y programas en torno a su prevención y manejo oportuno y eficaz.

-Abordar con una mirada de salud en todas las políticas, los factores sociales y económicos que impactan en la salud de las personas, y que determinan mayor riesgo de padecer cáncer y sus impactos negativos personales y familiares.

Hoy nos unimos al llamado y solicitamos a todos y todas que se sumen y que abordemos, como lo hemos hecho hasta ahora, las causas fundamentales de estas desigualdades y consideremos el cáncer como un problema de salud pública, destinando más recursos para la prevención, diagnóstico precoz y manejo oportuno de la enfermedad, que se invierta en intervenciones costo-efectivas, y que los recursos se distribuyan con sentido de equidad, terminando con la discriminación en todas sus formas”, principalmente aquella que impacta en los resultados en salud de nuestra población, sostiene la directora.

En un período en que la pandemia ha sumado un factor más de inequidad en el acceso y oportunidad para tratar el cáncer, desde el Instituto Nacional del Cáncer hacemos un llamado a poder enfatizar en la importancia de priorizar el abordaje de este problema de salud, que ya representa en nuestro país la primera causa de muerte y que requiere un compromiso permanente del Estado y de la sociedad en su conjunto, para poder enfrentarlo. Confiamos en que, en el mediano plazo, nuestra Institución pueda finalmente contar con un nuevo y moderno centro que incremente nuestra capacidad de llevar salud y esperanza de vida a más familias de aquellas más vulnerables del país, y seguir siendo una contribución relevante en este esfuerzo que enfrentamos a nivel global.

Graffitesti desde INC

Este año quisimos acortar la brecha promoviendo una mayor conciencia sobre el cáncer de testículos que afecta preferentemente a los adolescentes y adultos jóvenes, gracias a la campaña de la agencia McCann Santiago que enseña sobre el autoexamen testicular para la detección precoz. Este cáncer si es detectado precozmente y tratado oportunamente tiene una sobrevida >95%, dice la Directora de INC”.

Agrega que los pasos del autoexamen son:

-Palpa de abajo hacia arriba con la punta de los dedos haciendo movimientos rotatorios.

-Repita suavemente buscando un bulto. Ambos testículos deben tener el mismo tamaño y forma.

-Comprueba. Si nota alguna anomalía consulte con un médico.

Invitamos a todos a sumarse a esta campaña compartiendo la gráfica y sus mensajes que pueden encontrar en graffitesti.com o en la cuenta de Instagram @graffitesti y colaborar en cerrar la brecha con los hashtags: #Cerrarbrechaencuidado #closethecaregap @worldcancerday @institutonacionalcancerCH