A raíz de que el 5 de diciembre se conmemora el día latinoamericano de la lucha contra el cáncer oral el Dr. Cristobal Araya comenta: “El cáncer de cabeza y cuello es una enfermedad poco conocida por los profesionales de la salud no especialistas y corresponde al 3% de las patologías oncológicas en general, siendo el sexto tipo más común en el mundo.
La región de la cabeza y el cuello presenta múltiples sitios anatómicos que se pueden ver afectados por la aparición de un tumor, entre estas se encuentra la cavidad oral, comprendida desde los labios, los dos tercios de la parte anterior de la lengua, la mucosa bucal (cara interna de mejillas), piso de la boca, las encías, el trígono retromolar y el paladar duro.
Si bien es posible evaluar con visión directa las lesiones de la cavidad oral, la pesquisa precoz de lesiones es baja y el porcentaje de lesiones diagnosticadas en estadios I en Chile son cercanos al 5%.
Debido a esto, la educación de profesionales y pacientes en la detección temprana de desórdenes potencialmente malignos, como la leucoplasia y la eritroplasia, y la detección de tumores malignos en estadios precoces son uno de los principales desafíos de los diferentes especialistas que trabajan en el territorio oral y maxilofacial.
No se debe retrasar la confirmación del cuadro clínico, mientras el profesional tenga las capacidades técnicas y teóricas debiera funcionar bajo el concepto de «sospecha = biopsia”. Una vez confirmado el diagnóstico, el paciente debe ser derivado a un equipo médico con experiencia en tumores de cabeza y cuello a fin de recibir el tratamiento oncológico bajo los conceptos del equipo multidisciplinario oncológico”.
Dr. Marcelo Veloso, cirujano oncólogo de cabeza y cuello y presidente de la Sociedad Chilena de Cirugía Cabeza y Cuello sostiene que: “El cáncer de cabeza y cuello particularmente el intra oral presenta características que la convierten en una de las neoplasias de mejor manejo en la oncología, porque los principales implicados en su etiología son el tabaco y el alcohol, ambas condiciones perfectamente prevenibles con programas de educación. Además su sintomatología rápidamente lleva a una consulta generalmente precoz, por ulceras, aumento de volumen o masas cervicales.
También estas lesiones están a la vista del clínico quien con un buen entrenamiento, un examen físico dirigido y con alto índice de sospecha puede llegar a un diagnóstico oportuno. Esto trae consigo la detección de lesiones en estadios precoces lo que lleva a tratamientos menos mórbidos, más efectivos y con mejor pronóstico funcional. Es por ello que los odontólogos juegan un papel fundamental en el manejo integral de esta patología, especialmente en el diagnóstico oportuno y la derivación precoz, en el tratamiento preparando al paciente en la fase pre operatoria, ayudando en la planificación protésica funcional y en la rehabilitación posterior.