El Profesor Marcos Vergara de la Escuela de Salud Pública, quien fuera director del Instituto de Neurocirugía, abordó el financiamiento de la inversión pública en el contexto del modelo de concesiones con el que se espera concretar el futuro nuevo INC en la reunión clínica del viernes 18 de marzo.
Hoy está a cargo del área de Investigación y Docencia del Instituto de Neurocirugía y es profesor asociado de la Facultad de Medicina, a cargo de la asignatura Evaluación de Proyectos e Inversión del Magister, y desde ahí analiza el posible escenario.
“Las concesiones son financiamiento privado de un inmueble y equipos para la operación de un hospital público. Representan una oportunidad de financiamiento para las inversiones en el sector salud, más aún si redundan en mejor mantenimiento de ese capital”, explico el profesor Vergara.
Agregó que el presupuesto de los hospitales en la mayoría de las veces no considera la reposición de tecnología y quedan obsoletos sin opción de actualizarlos tan rápido como debiera ser.
“Lo anterior es valido si y solo si la tasa de interesa de la operación (rentabilidad) no tiene utilidades anormales para el concesionario y se acerca al costo de oportunidad país, en ambiente competitivo. Se otorgue a un valor del dinero cercano a lo que vale en el país en cualquier escenario”, sostuvo.
En tanto también manifestó que “las necesidades publicas crecen a tasas superiores a las posibilidades de realizar una oferta – las inversiones – que permita dar cuenta de las mismas en ambiente de restricción de recursos fiscales. Se hace preciso enfatizar que los hospitales son empresas de servicios que usan intensivamente capital, tecnología y personal especializado para obrar. Siempre como sector público estamos al debe en la oferta de servicio para el conjunto diverso y creciente de necesidades de la población, crecen a tasas superiores de nuestro nivel de respuesta. No pasa en otras dependencias del Estado o en otros ministerios. No tenemos un subtítulo 29 que nos permita hacer sustituciones de equipos y debemos ir a golpear la puerta de Palacio para pedir y quedarnos en espera junto a otras necesidades del país. El que uno equipo se eche a perder representan quiebres en la entrega de servicios e hipoteca el futuro comprometiendo la salud de la población”.
Como ejemplo del modelo dice que se asemeja a la compra de una vivienda con crédito hipotecario a 20 años plazo y que “capaz no sirva ya en ese tiempo y haya que remodelar cuando esté pagado, porque la medicina avanza muy rápido y el edificio quedo obsoleto. Uno es el dueño del momento cero. Nosotros usamos el edificio y los equipos para realizar nuestra tarea, que consiste en la prestación publica de servicios médicos a la comunidad. Este es el giro de nuestro negocio, no el inmobiliario”.
También explicó que a su juicio “una desgracia de gobernanza es que la gestión del inmueble – la administración del contrato – no está en manos de los gestores de la producción de los servicios, quienes han de correr tras intermediarios (funcionario del Ministerio de Obras Públicas) para resolver problemas del “up time” de infraestructura y equipos. Este es un abuso del dueño de la ley.
En el caso chileno a diferencia del inglés esta historia surge con la concesión de carreteras y las que no lo son se convierten en experiencias nuevas.
El Estado debe responsabilizarse de incursionar en el giro. No basta con apropiarse de los hospitales. Es necesario hacerlos funcionar con estándares libres de riesgos evitables. Entonces los plazos no son irrelevantes, porque se pueden generar pérdidas en años de vida saludable.
*Quien quiera la presentación o la grabación de la actividad puede solicitarla al correo electrónico comunicaciones@incancer.cl