“El INC lleva desde 1993 realizando cuidados paliativos a pacientes oncológicos, antes de que hubiera programa oficial y recursos asignados a esta especialidad”, sostuvo la jefa Alivio del dolor y CP, Dra. Verónica Kramer en reunión clínica denominada: Desde Cuidados Paliativos a Medicina Paliativa: Desarrollo de un programa de formación.
Agregó que “Nos faltan programas de formación. Hace muchos años que el grupo de paliativista hemos visto esta necesidad, que haya reconocimiento del proceso, que haya distintos niveles de formación y que incluya la formación de oncología entre otros”.
Destacó que el proceso ha tomado tiempo. “En noviembre de 2015 empezamos un grupo de INC junto a la Clínica Alemana – UDD a trabajar en un programa de formación y recién en diciembre del año pasado hubo un tercer envío con correcciones y mejoras. Nuestra primera propuesta se ha ido afinando y finalmente el programa que está ahora es de subespecialidad medica de dos años”, detalló.
Entre las justificaciones del programa de la especialidad de Medicina Paliativa están las respuestas a los cambios demográficos y sociales; epidemiología del cáncer y enfermedades crónicas; legislación y compromisos y por qué formar especialistas. Por ejemplo, nombró que: “un estudio realizado por Grupo de Trabajo EAPC sobre el desarrollo de cuidados paliativos en Europa (Centeno et al 2007), identifica la falta de reconocimiento como especialidad como uno de los obstáculos que limitan el desarrollo…”
Y entre los requisitos de ingreso al programa están: tener título medico de cirujano válido en Chile, emitido por universidad chilena o extranjero reconocido según las normas de la dirección de postgrado y ser especialista certificado en Chile o por CONACEM en Medicina Interna, Medicina Familiar, Oncología Médica, Anestesia, Fisiatría, geriatría, Ginecología, Pediatría, Psiquiatría, Radioterapia o Cirugía General.
Finalmente, en un análisis FODA, la Dra. Kramer sostuvo que entre las fortalezas destacan la larga trayectoria, equipo multidisciplinario y que está inserto en el Instituto Nacional del Cáncer; en las oportunidades están que no existe programa de la especialidad, hay una creciente necesidad de cuidados paliativos, y demanda social por atención de calidad. Mientras que entre las debilidades destacan solo están en ámbito oncológico, falta de experiencia docente y no hay tiempo protegido, y entre las amenazas hay falta de valoración y rol del medico paliativista en los equipos de salud, regulación y burocracia, y ser subespecialidad”.