El 30 de octubre del 2020 el Instituto Nacional del Cáncer recibió una donación de equipamiento de Control de Calidad por parte del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), equivalente a 28.727,87 euros, que viene a reforzar significativamente el trabajo que se viene realizando hace un tiempo de manera conjunta entre la Unidad de Medicina Nuclear y Física Médica.
“Esta instrumentación vino a satisfacer una necesidad bastante antigua en relación a instrumentación para Medicina Nuclear. Por lo mismo, desde Medicina Nuclear y Física Médica, quienes somos los mayores interesados en recibir el donativo nos pusimos a trabajar para concretar la donación y trasladar el material desde Dusseldorf, Alemania hasta Santiago, Chile”, informa el coordinador de Física Médica, Alejandro Ferreira.
La gestión de la donación fue liderada por el Físico Médico Claudio Mancilla, con asesoría de Patricia Sotomayor, integrante de la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN). Sin embargo, fue parte de un trabajo conjunto entre la encargada de Equipos Médicos, Sra. Jessica Villarroel; la Subdirectora Administrativa (s), Sra. Alejandra Pulgar; la jefa de la unidad de Medicina Nuclear, Dra. Daniela Gutiérrez y la jefa de la unidad de Jurídica, Sra. Patricia Sánchez.
En total son cinco instrumentos en este equipo: fantoma para dosimetría en TAC, fantoma para control de imagen PET-CT, detector de radiación de área, detector de radiación portátil, y detector de dosis ambiental, los que permiten realizar mediciones para fines de seguridad radiológica, tanto para los pacientes como para los funcionarios expuestos diariamente a las radiaciones ionizantes y también para realizar controles de calidad a las imágenes obtenidas en el PET/CT, permitiendo asegurar la calidad de estas imágenes utilizadas para fines diagnósticos.
“La función específica de este equipo es, por ejemplo, el fantoma para dosimetría en TAC permite medir la dosis de radiación que recibiría un paciente al momento de realizarse un examen en este equipo. Por otro lado, el detector de radiación portátil permite rastrear alguna fuga de contaminación, por radiactividad, fuera de la zona segura normal de trabajo de Medicina Nuclear.
La idea es apuntar en esta dirección y que en el futuro estas noticias se sigan repitiendo con quienes estén interesados en trabajar en conjunto con nuestra unidad, tales como Medicina Nuclear, Radioterapia e Imagenología.
Estamos profundamente contentos y orgullosos con el trabajo que desde Física Médica se viene realizando en Medicina Nuclear, mover casi $ 30 millones de pesos chilenos en instrumentación, altamente específica, desde un continente hasta otro en plena pandemia COVID19 fue todo un reto. La única recompensa de este logro es y será siempre mejorar la calidad de los diagnósticos, tratamientos y seguridad asociada a los procedimientos que se realicen en el Instituto Nacional del Cáncer”, finaliza Alejandro Ferreira.
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