• PET CT, acelerador lineal y endosonografo representan una inversión superior a $ 6.500 millones.

En el día mundial de lucha contra el cáncer 2018 se dio énfasis a tres nuevos equipos y una técnica quirúrgica que están a disposición de los pacientes oncológicos del sistema público desde el último trimestre.

Mientras la neo vejiga es una reconstrucción que puede ser la solución viable para pacientes con cáncer que requieren de la extirpación de este órgano, procedimiento llamado cistectomía radical; la inversión por este nuevo equipamiento representó más de 6.500 millones de pesos.

El PET CT permite mejorar el diagnóstico del avance de la enfermedad para tomar medidas más eficientes en el tratamiento y la reposición del acelerador lineal garantiza menos invasión a órganos no afectados y el acelerador lineal contribuye en el tratamiento. En tanto, la Endosonografía es una técnica que permite precisar el diagnóstico de lesiones que no son bien caracterizadas por otros estudios (como scanner, resonancia y ecografías de superficie) además de posibilitar la toma de muestras de sitios difíciles de acceder con otras técnicas.

Con estos avances el Instituto Nacional del Cáncer conmemoró un nuevo día mundial de lucha contra el cáncer y permite que los pacientes que pertenecen al sistema público cuenten con más posibilidades de abordar de la mejor manera esta patología que representa una de las causas más comunes de mortalidad en Chile.

El cáncer hoy es la segunda causa de muerte entre los chilenos y para el 2020, se espera que sea la primera y esta inversión representó la mayor inversión de la historia en el sistema de salud público para responder con calidad, eficiencia y oportunidad a los requerimientos de atención de pacientes oncológicos.

En detalle…

El endosonógrafo permite la realización de diversos procedimientos terapéuticos ampliando la capacidad resolutiva de patologías que puedan presentar los pacientes oncológicos y los no oncológicos (drenaje de vías biliar, drenaje de abscesos, complicaciones quirúrgicas, fistulas, etc.) lo que contribuye a mejorar la calidad de vida y/o definir nuevas estrategias de tratamiento.

Este equipo, que cuenta con la tecnología más avanzada disponible hasta el momento, será utilizado para realizar estudios en tórax (vía área y pulmón) y en aparato digestivo (patologías de recto, vía biliar, hígado, páncreas, etc.)

El jefe del CR de Endoscopía del INC, Dr. Rodney Stock Lillo, explica que “el equipo consiste en una torre de procesamiento de imágenes ecográficas que se complementan con imágenes endoscópicas (ópticas), con lo cual se logra definir con gran certeza la etiología y ubicación de muchas lesiones que no son fácilmente visible ni caraterizables por otros métodos de diagnóstico. Dado lo anterior este es un anhelo de más de dos años de trabajo, por cuanto el equipo médico del INC comprende el valor de la información que este examen nos puede aportar así como su invaluable potencial terapéutico”.

Neo vejiga

En los casos de cáncer de vejiga cuando se extrae el órgano completo se extirpan adicionalmente los ganglios linfáticos cercanos; en los hombres se extraen también la próstata y las vesículas seminales, mientras que en las mujeres se requiere resecar los ovarios, las trompas de Falopio, el útero, el cuello uterino y una pequeña porción de la vagina junto con la vejiga.

Tras esta primera etapa de extirpación en la cirugía se necesita una forma de conducir la orina, lo que se llama derivación urinaria, que corresponde a la segunda etapa de la cirugía, y que involucra la una reconstrucción. Hay varios tipos de cirugía reconstructiva, dependiendo de la situación médica de cada paciente. La forma más común es usar un segmento de intestino delgado para crear un conducto ileal que permite llevar la orina la exterior de forma continua, pero no continente, por lo que se requiere usar una bolsa recolectora que se aplica en el abdomen. Esto claramente conlleva cambios en la autoimagen del paciente así como en su calidad de vida.

Una forma innovadora de derivación urinaria es la Neo vejiga.  Este es un reservorio interno creado con intestino que permite almacenar la orina la cual es eliminada a través de la uretra, reestableciendo en parte la función urinaria del paciente. Para hacer esto, el cirujano crea básicamente una nueva vejiga hecha de un fragmento del intestino delgado de aproximadamente 70 cm.

“Los cirujanos dedicados a la urología nos preocupamos primariamente del control oncológico, es decir extirpar el tumor y los ganglios linfáticos. Lamentablemente, no son muchos los especialistas en Chile dedicados a la reconstrucción continente de este órgano, la neo vejiga. En Copiapó hay registros desde el año 2002 con una serie de 19 casos. Esta es una cirugía compleja que tiene un 1% de riesgo de muerte asociada, un 50% de riesgo de complicaciones y por eso los urólogos preferimos recomendar la derivación incontinente llamada conducto ileal con mayor frecuencia”, explica el Dr. Rodrigo Ledezma, único cirujano especialista que lo realiza en el Instituto Nacional del Cáncer y que se formó en Chicago (Estados Unidos) en esta técnica.

Agrega que “nosotros en el INC en dos años llevamos cinco pacientes operados con esta técnica con muy buenos resultados gracias al trabajo integral que realizamos en conjunto con los equipos de enfermería, rehabilitación pelviana, nutrición y de psicooncología”.

El Dr. Rodrigo Ledezma confirma que entre los factores de riesgo para desarrollar este cáncer están el consumo de tabaco y haber vivido expuesto al arsénico.

PET CT, primero en el sistema público de salud

El PET CT (Tomografía por Emisión de Positrones) es un dispositivo para realizar diagnósticos más precisos de localización de tumores metastásicos en el cuerpo. Su disponibilidad tiene un impacto importante en la planificación de las terapias e intervenciones quirúrgicas, incrementando la precisión de los tratamientos en un 30 % en los pacientes.

Se trata de un equipo que además reduce la cantidad de cirugías, radioterapias y quimioterapias, ajustando con mayor detalle cada tratamiento a las necesidades de cada uno de nuestros usuarios de salud. Cada prestación del PET CT tiene, en el ámbito privado, un costo de $1.400.000 pesos como promedio. Hasta antes de la puesta en marcha del equipo, el Instituto Nacional del Cáncer tenía que comprar estas prestaciones en el sistema privado.

Dependiendo del tipo de tumor se ha visto que en promedio el uso del PET CT se traduce en un cambio en el manejo de los pacientes en términos de una variación en la estrategia terapéutica en aproximadamente un 20% de los casos.

El equipo PET CT es un elemento indispensable para el diagnóstico por imágenes del paciente oncológico, al evaluar simultáneamente los cambios anatómicos y metabólicos de los procesos malignos. En la última década, se ha convertido en la modalidad de imagen decisiva para muchos tumores, sobre todo en lo referente a la estadificación y monitorización terapéuticas.

Este equipo entrega imágenes tridimensionales de cuerpo entero que revelan en forma muy precisa, el grado de extensión del cáncer, el control de respuesta a su tratamiento en los pacientes, un seguimiento más eficiente y permite una mejor planificación terapéutica en cada caso (entre Cirugía, Quimioterapia y Radioterapia y sus diferentes combinaciones).

ALE, mayor protección en zona tratada

En agosto de 2017, se inició la instalación de un nuevo acelerador lineal de alta energía con el objeto de reponer uno de los actuales equipos que datan del año 2000. En la actualidad el INC cuenta con 06 equipos para la radioterapia externa, un equipo de cobalto terapia y 5 aceleradores lineales. Los equipos cuentan con 14 y 13 años de funcionamiento y solo tienen capacidad para entregar tratamientos conformacionales 3D y no de mayor complejidad.

La radioterapia se entrega al 50% de los pacientes que se tratan en el INC y de este porcentaje el 75% tiene intención curativa.

El nuevo acelerador tiene la capacidad de entregar tratamientos de radioterapia con fotrones y electrones de diversas energías con colimación tipo MLC. Permite realizar técnicas de radioterapia (IMRT o radioterapia de intensidad modulada – VMAT o radioterapia volumétrica – SBRT o radioterapia estereotaxica de cuerpo) entregando altas dosis al tumor protegiendo los órganos sanos aledaños, lo cual mejora el resultado oncológico con mucho menos complicaciones agudas y crónicas para los pacientes.

El equipo suministra rayos X de alta energía, o electrones, a la región del tumor del paciente. Un acelerador lineal personaliza los rayos X de alta energía, o electrones, para que se ajusten a la forma de un tumor y destruyan las células cancerosas sin afectar el tejido normal circundante. Cuenta con varios sistemas de seguridad incorporados para asegurar que no emitirá una dosis más elevada que la indicada y un físico médico lo revisa periódicamente para asegurarse de que funcione correctamente.

El acelerador lineal utiliza tecnología de microondas (similares a la que se usa para radar) para acelerar los electrones en la parte del acelerador llamada «guía de ondas», y luego permite que estos electrones choquen contra un blanco de metal pesado para producir rayos X de alta energía. Estos rayos X de alta energía son moldeados a medida que abandonan la máquina para formar un haz que asemeja la forma del tumor del paciente y este haz personalizado es dirigido al tumor del paciente.

Cáncer vejiga y métodos tradicionales para eliminar orina

Existen tres tipos más comunes de derivación urinaria. La incontinente, donde se crea un conducto, conocido como conducto ileal, para que pase la orina desde los uréteres (que viene de los riñones) hasta el exterior del cuerpo. Un extremo del conducto se conecta a la piel de la parte frontal del abdomen mediante una abertura llamada estoma (también conocida como una urostomía). Después de este procedimiento, se coloca una pequeña bolsa sobre el estoma para recoger la orina, la cual sale continuamente en pequeñas cantidades. La bolsa debe ser vaciada cuando se llena.

La derivación continente puede ser de dos tipos, heterotopica y orto tópica. La derivación heterotopica más común es la bolsa de Indiana, que consiste en crear una bolsa usando una parte del intestino delgado y grueso, conectando un extremo del saco del tejido de intestino a una abertura (estoma) en la piel, en cuyo extremo interno se crea una válvula que permite que la orina sea almacenada. El paciente debe vaciarla varias veces al día mediante el uso de un pequeño catéter.

La tercera es la derivación continente orto tópica, o neo vejiga. En ella se crea una bolsa interna de intestino delgado que se conecta a la uretra. El paciente orina por la uretra como se hace normalmente, mediante la relajación de los músculos de pelvis y el aumento de la presión abdominal al presionarlo.

“Claramente para una persona cualquiera de estas opciones afectaran de manera importante su calidad de vida y por eso nos hemos motivado en devolver la funcionalidad lo más normal que sea posible”, agrega el especialista.

“Esto ha llevado al equipo a desarrollar un programa de neo vejigas para los pacientes del INC. Por esto invitamos a los pacientes a interiorizarse de esta técnica sobre todo a quienes tienen canceres invasores y cuentan con una buena función renal (sin compromiso de cáncer en la uretra) porque es además un procedimiento garantizado en el sistema público para esta patología”, finaliza.

El síntoma más frecuente es la presencia de sangre en la orina y este tipo de cáncer generalmente afecta a los adultos de edad avanzada. El cáncer de vejiga se manifiesta en especial en fumadores porque el cigarrillo produce acumulación de sustancias tóxicas en la orina que inducen producción de células malignas en la vejiga.

Es más frecuente en hombres mayores de 40 años. Su diagnóstico y tratamiento precoz son fundamentales en el pronóstico de la enfermedad y dada su estrecha asociación con el hábito tabáquico es recomendable que los fumadores se hagan al menos un examen de orina anual.

Y en algunas oportunidades, se pueden asociar molestias urinarias como ardor y aumento de la frecuencia miccional sin relación con una infección urinaria, y en otras puede ser totalmente asintomática.

El tratamiento puede incluir cirugía, quimioterapia y /o radioterapia según cada paciente. De acuerdo a las características de la enfermedad en la biopsia, es posible adicionar quimioterapia antes o después de la cirugía, o emplear alternativas a la cirugía total, como una cistectomía parcial o el uso de protocolos conservadores (que no requieren de la cirugía) con radio y quimioterapia. Esta última alternativa debe ser evaluada cuidadosamente por un comité multidisciplinario.

La vejiga es un órgano hueco, con forma un “globo”, ubicado en la pelvis y cuya función es el almacenamiento de la orina. Se llena desde los uréteres, que transportan la orina producida por los dos riñones y se vacía a través de la uretra; que desemboca al exterior a través del pene o de la vagina. Está organizada en capas concéntricas, dentro de las que destacan la mucosa (capa más interna, en contacto con la orina), la capa muscular (encargada su la contractibilidad) y la capa más externa, conocida como serosa.

Los cánceres de vejiga se originan principalmente en la capa mucosa y son del tipo “carcinoma de células transicionales” llamados así por la forma que tienen estas células en su estado natural. En Estados Unidos corresponde al quinto tumor maligno en frecuencia; mientras que en Chile, también se trata de un cáncer de relativa frecuencia, por lo que está en la lista de patologías AUGE/GES.

Producción INC

El INC es centro de referencia nacional para casos oncológicos de alta complejidad, tiene cobertura nacional y, en consideración a la organización de la Macrored de Radioterapia Nacional, debe dar respuesta a los requerimientos de tratamientos de radioterapia de los pacientes beneficiarios de los servicios de salud de la Región Metropolitana y de los servicios de salud del Maule y de O’Higgins.

Además pertenece a la red asistencial del Servicio de Salud Metropolitano Norte, por lo tanto, da cobertura en la especialidad oncológica a pacientes con domicilio en las comunas de Independencia, Recoleta, Conchalí, Huechuraba, Quilicura, Colina, Lampa, Batuco y Til-Til.

En el año 2016 se realizaron 2.846 intervenciones (mayores y menores) y de 92.817 consultas médicas, 22.000 correspondieron a tratamientos por quimioterapias y 28.000 por radioterapias.